Cómo dormir en el embarazo
El embarazo es un periodo fascinante, emotivo y bello en la vida de una mujer. El cambio hormonal que experimentan las mujeres embarazadas les aporta energía, vitalidad y belleza, y mejora su piel, su cabello y hasta sus relaciones íntimas. Sin embargo, a medida que avanza la gestación también aumenta la incomodidad a la hora de moverse y, sobre todo, de conciliar el sueño, especialmente durante los últimos meses. A ello se le añaden las dudas a la hora de escoger una postura que no dañe al bebé por las noches. Todo esto les lleva a plantearse: ¿Cómo dormir en el embarazo?
Durante el primer trimestre de gestación, los cambios que experimenta el cuerpo de una mujer hacen que se sienta más cansada y que duerma más de lo habitual. Sin embargo, a medida que aumenta el tamaño del feto muchas mujeres tienen problemas para encontrar una postura adecuada para descansar, tanto por la incomodidad como por la búsqueda de la postura más saludable. Para saber cuál es el mejor lado para dormir en el embarazo, debes tener en cuenta algunas cosas.
De costado sobre el lado izquierdo
Según explica la Sleep Foundation, la mejor posición para dormir durante el embarazo es sobre el lado izquierdo del cuerpo y con las piernas ligeramente flexionadas. Esta postura facilita el riego sanguíneo al corazón, a los riñones y al útero, y mejora la administración de oxígeno y de nutrientes al bebé. Este descanso lateral mantiene el útero alejado de la vena cava inferior y facilita la circulación de la sangre y la actividad renal, y evita que el peso recaiga sobre el hígado. Si no estás acostumbrada a esta postura lateral, puedes utilizar un cojín para apoyar el vientre, o colocar una almohada delgada entre las rodillas para ayudar a aliviar la presión en la parte inferior de la espalda. Por último, en caso de que sufras calambres en los gemelos, o los habituales problemas de circulación en los tobillos y las piernas, puedes elevar los pies con una almohada para reducir la hinchazón.
Boca arriba
A medida que el tamaño del útero crece, dormir boca arriba en el embarazo contribuye a generar dolores de espalda y a ejercer presión sobre la vena cava, hecho que puede entorpecer el flujo sanguíneo desde las extremidades inferiores al corazón y causar mareos. Además, si se comprime esta vena con frecuencia, puedes experimentar problemas respiratorios y digestivos.
Boca abajo
Aunque no existe ninguna contraindicación médica para dormir boca abajo en el embarazo, a la postre resulta una postura muy incómoda, especialmente cuando la gestación se encuentra ya en una fase avanzada.
Por otra parte, hay ocasiones en las que puedes sentir molestias estomacales y reflujo, o simplemente problemas digestivos porque te ha sentado mal la cena. Para intentar aliviar este malestar puedes colocarte en posición semisentada con la ayuda de almohadones de apoyo en la espalda e intentar encontrar la postura con la que te encuentres más cómoda para intentar descansar.
Incomodidad para dormir
Al margen de la postura más adecuada para dormir, debes tener en cuenta que el aumento del tamaño de bebé te provocará otras molestias que se harán más frecuentes a medida que transcurra el embarazo, y que interrumpirán tu sueño con más frecuencia de lo normal.
- Tendrás que ir al baño con más frecuencia. Ten en cuenta que tus riñones trabajan más de lo normal porque filtran más sangre, y eso aumentará tu necesidad de orinar. Además, cuanto mayor es el tamaño del útero más presión ejercerá sobre tu vejiga y sentirás mayor necesidad de ir al baño.
- Sentirás que te falta el aire. Durante el embarazo tendrás la sensación de que debes esforzarte más en respirar, y el útero presionará el diafragma a medida que crezca el bebé.
- Tendrás calambres en las piernas y sufrirás molestias en la espalda. El peso de más que lleva tu cuerpo puede causar dolores en las piernas y en la espalda. Además, durante el embarazo el cuerpo segrega una hormona llamada relaxina, que ayuda a prepararse para el parto, y uno de sus efectos es la hiperlaxitud de los tendones, que puede provocar molestias.
- Acidez de estómago y estreñimiento. El embarazo provoca una ralentización del aparato digestivo y, en ocasiones, acidez y estreñimiento, que suelen ir a más a medida que avanza el embarazo por la presión que ejerce el útero sobre el estómago.
Cómo reducir las molestias
Muchas de estas molestias tienen una naturaleza física y es difícil evitarlas, aunque no todas las mujeres las sufren por igual. En cualquier caso, hay una serie de consejos que puedes seguir para intentar mitigarlas y conseguir una placentera noche de descanso.
- Elimina de tu dieta las bebidas estimulantes como el café o el té y las bebidas gaseosas. La cafeína dificulta el sueño.
- Procura comer y beber poco antes de acostarte. Es preferible que hagas desayunos y comidas contundentes pero cenas más ligeras, dos horas antes de acostarte, y evitar la ingesta de bebidas antes de irte a la cama. Sin embargo, recuerda que debes beber entre 2 y 2,5 litros de líquidos al día, así que no descuides tu hidratación.
- Intenta mantener una rutina de horarios todos los días.
- Evita el ejercicio antes de acostarte.
- Realiza una actividad relajante antes de irte a la cama, como darte un baño caliente.
- Muchos especialistas recomiendan tomar un vaso de leche caliente con miel antes de dormir.
- Echa una siesta corta si necesitas compensar el cansancio acumulado la noche anterior.
- No olvides acudir a las clases de preparación al parto porque en ellas se enseñan ejercicios de relajación muy prácticos.
- Un poco de lectura antes de acostarte puede ayudarte también a olvidar preocupaciones, a relajarte y a conciliar el sueño, aunque no debes hacerlo en la cama: es mejor que te levantes si no puedes dormir y leas un rato en un sillón cómodo con luz tenue.
Ninguno de estos consejos te servirá de mucho si tu cama no se encuentra en perfectas condiciones o no responde a tus necesidades de descanso. Por eso es importante que identifiques y elijas la cama que más se adapte a tu fisionomía y a tus gustos a través de este cuestionario.